Escribí este cuento para mostrar cómo, sin darnos cuenta, dejamos que el modelo de producción y consumo en la industria textil caracterizado por la rápida creación y distribución de prendas de vestir, generalmente a bajo costo y con un ciclo de vida corto, para responder a las tendencias del momento dañara gravemente nuestro planeta. Quería que el lector se viera reflejado en Luna, una chica que al principio, como muchos, seguía las tendencias sin pensar en el impacto que tenían esas decisiones.
Narré una historia donde el consumo excesivo de ropa, impulsado por las redes sociales y las nuevas temporadas, provocó contaminación de ríos, aire y mares, sobreexplotación de recursos, injusticias laborales y destrucción de ecosistemas. Pero también quise dejar un mensaje de esperanza: que aún estamos a tiempo de cambiar. En el cuento, la humanidad despierta, empieza a consumir conscientemente, apoyar marcas sostenibles y reutilizar su ropa.
Misia Villamil López
2° ESO
Colegio Madrid (México)