Mi obra es un acto de memoria y de duelo. Hace millones de años, un meteorito impactó la Tierra, cubriéndola de polvo y oscuridad durante más de un año, lo que provocó la extinción del 75% de las especies. Hoy, no es un meteorito lo que amenaza la vida… es la humanidad.
En está obra utilicé cera de colores para representar la fragilidad de las especies en peligro: amarillo para los lémures, rosa para los ajolotes, rojo para los mandriles, azul para los osos polares y verde para nuestro planeta. Cada escurrimiento simboliza una especie que se desvanece lentamente. La cera que se acumula en la parte superior y desaparece hacia abajo refleja su extinción: visible, lenta, pero inevitable si no cambiamos. El fondo negro representa el luto por quienes ya no están y por los ecosistemas que seguimos destruyendo.
Mi obra no grita, pero duele. Es un llamado a la acción para evitar que más especies desaparezcan. Porque si no actuamos ahora, pronto solo quedarán rastros… como un escurrimiento de color que ya no puede volver.
Abril Bovia Caballero
2° ESO
Colegio Madrid (México)